¡el toque de queso ideal!

Pretzels caseros con edam

Esponjosos y súper suaves pretzels con queso derretido dentro, ¡Con un olor y sabor absolutamente deliciosos!

Tiempo de preparación 45 minutos
Tiempo de cocción 15 minutos
Pretzels caseros con edam

360 ml de agua

1 cucharada de levadura instantánea

500 g de harina para pan

2 cucharadas de azúcar moreno

1 cucharadita de sal

150 g de queso Edam Frico (rallado)

2 cucharadas de perejil seco picado, un poco más para adornar

1 cucharada y media de cebolla picada seca

1 huevo grande

2 cucharadas de agua

Sal marina para sazonar

60 g de mantequilla (derretida)

Juntar el agua, la levadura y el azúcar en el recipiente de una batidora que tenga un accesorio para masa, hasta que los ingredientes queden bien mezclados, durante un minuto aproximadamente. Quedarán algunos grumos de levadura. Dejar que la levadura y el agua reposen durante 5 minutos.

En un cuenco mediano, mezclar la harina y la sal. Añadir la mezcla de harina y sal al agua y la levadura, y amasar durante 2 minutos. Si la masa queda pegajosa, añadir harina poco a poco, hasta que la masa deje de pegarse a los lados, pero no se debe añadir más de 70 g.

Añadir el queso, el perejil y la cebolla, y mezclar bien.

Dejar reposar durante 15 minutos.

Precalentar el horno a 220 °C.

Colocar la masa en una superficie enharinada. Amasar durante 1 o 2 minutos y formar una bola. Con un cuchillo afilado, cortar la bola de masa por la mitad y luego en tercios, para que queden 6 bolas más pequeñas de masa. Cada bola debería tener un tamaño algo mayor que media taza. No es necesario que esta medida sea exacta. Se puede utilizar la cantidad de masa que se desee para cada pretzel, ya que el tamaño depende del gusto.

Extender cada bola de masa para darle forma de cuerda. El diámetro debe ser lo más uniforme posible. Los pretzels se pueden hacer lo gruesos o finos que se desee. Hay que asegurarse de que las cuerdas no queden demasiado gruesas, porque la masa crecerá bastante en el horno.

Para dar forma al pretzel, tomar los extremos de la cuerda de masa y unirlos, de forma que la masa forme un círculo. Girar los extremos y llevar hacia dentro, presionando para darles forma de pretzel.

En un cuenco pequeño, batir el huevo y el agua juntos, y verter en un cuenco poco profundo o en un recipiente para pasteles. Rebozar el pretzel formado con la mezcla de huevo (por los dos lados). Colocar en una bandeja de horno, preparada con un papel de horno y rociada con un producto para hornear antiadherente. Espolvorear sal y perejil sobre los pretzels.

Hornear durante 15 minutos o hasta que queden dorados. Cuando hayan transcurrido 10 minutos, sacar los pretzels del horno y, con cuidado, con una brocha, untar con mantequilla derretida antes de volver a meterlos en el horno durante los 5 minutos restantes.

Dejar que se enfríen. Servir calientes o a temperatura ambiente. Los pretzels se pueden conservar en un recipiente hermético o con una bolsa con cierre de cremallera durante tres días como máximo, o se pueden congelar durante 3 meses como máximo.